Seguro que has oído hablar de la criptomoneda «$LUNA», que ha perdido más del 99 % de su valor en cuestión de días. El objetivo de este artículo es explicar de la mejor forma posible la caída de la criptomoneda «$LUNA» y de su stablecoin, «$UST».

CRIPTOMONEDA: TERMINOLOGÍA

Para empezar, conviene explicar varios términos que nos resultarán útiles más adelante.

 

  • Stablecoin: una criptomoneda asociada a una moneda tradicional (como el euro o el dólar estadounidense). La mayoría de stablecoins están respaldadas por una reserva de la moneda tradicional en cuestión. Esto quiere decir que quien desee retirar sus stablecoins (es decir, canjearlas por dólares estadounidenses) debería poder hacerlo en cualquier momento.
  • Paridad: la relación 1-1 entre una stablecoin y la moneda tradicional a la que está asociada.
  • Pérdida de paridad: cuando existe una desviación en uno u otro sentido que anula la paridad.

 

«$UST» Y «$LUNA»: PROBLEMAS DE PAREJA

A diferencia de la gran mayoría de stablecoins, la stablecoin «$UST» no está respaldada por una reserva de moneda tradicional. Es lo que podríamos llamar una stablecoin algorítmica, es decir, está diseñada para seguir unas reglas preprogramadas en un smart contract (contrato inteligente). En cambio, la criptomoneda gemela de $UST, $LUNA, no es una stablecoin, por lo que está sometida a la especulación, con las ventajas y los inconvenientes que eso entraña.

 

Por ejemplo, si el precio de 1 $LUNA es de 2 dólares (USD) en un momento dado, entonces se pueden quemar 2 $UST para tener 1 $LUNA. Por el contrario, si tenemos 1 $LUNA y queremos tener $UST, basta con quemar 1 $LUNA para obtener 2 $UST.

 

Esta relación se aplica a través de algoritmos muy complejos y nos asegura que el precio de la $UST está respaldado por $LUNA. Además, de acuerdo con el ejemplo de 1 $LUNA = 2 dólares (USD), si podemos comprar 1 $UST a 0,98 dólares (USD), sería interesante para los inversores comprar $UST y canjearlas por $LUNA —el algoritmo supone que 1 $UST sigue equivaliendo a 1 dólar (USD)—, ya que eso daría como resultado 0,04 dólares (USD) de beneficio sin riesgo.

 

Ahora bien, uno de los principios fundamentales de la teoría financiera nos dice que nunca hay un beneficio asegurado sin riesgo. En efecto, todo el mundo intentará obtener ese rendimiento, lo que aumentará el precio de las $UST para compensar el «fallo». Asimismo, una parte del algoritmo previsto para aportar confianza a sus criptomonedas posee Bitcoins que podrá vender para comprar $LUNA y así devolver a la $UST su precio teórico de 1 dólar (USD).

 

HUNDIMIENTO DE LA CRIPTOMONEDA «$LUNA»: REACCIONES EN CADENA

Retomemos el tema de la caída. La teoría actual en relación con esta caída es que unos fondos de inversión (o unas personas afortunadas) empezaron a comprar progresivamente $UST. Después las canjearon por $LUNA de forma masiva y abrupta, para, a continuación, canjear las $LUNA por dólares (USD). Todo ello provocó la destrucción de muchas $UST y la creación de cantidades ingentes de $LUNA. Esta venta generó un impacto negativo en el precio de la $UST (la ley de la oferta y la demanda hizo bajar su valor) que el algoritmo no pudo compensar, por lo que perdió la paridad que tenía con el dólar. De este modo, con una $UST cuyo valor era inferior a 1 dólar (USD), los atacantes pudieron recuperar un beneficio en cada ciclo (compra de $UST, canje por $LUNA, venta de $LUNA).

 

Por otro lado, la relación entre las dos criptomonedas hizo que el canje de $UST conllevase la acuñación (minting) de $LUNA. Por lo tanto, la oferta de $LUNA era más abundante y eso hizo que se depreciase.

 

La situación sembró el pánico general en el mercado y, en consecuencia, se desencadenó una venta masiva de $UST y $LUNA. Una espiral perniciosa que hizo zozobrar a dicha criptomoneda. Esto plantea las siguientes cuestiones: ¿Todas las stablecoins algorítmicas son vulnerables a este tipo de ataques económicos? ¿O una labor de investigación puede dar lugar a un algoritmo capaz de mantener la estabilidad de las stablecoins?

 

A modo de conclusión, es recomendable documentarse antes de invertir sumas importantes en activos de riesgo y, sobre todo, no se deben invertir sumas que no podamos permitirnos perder.

 

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